Guía para subcontratar : El caso de negocio
Guía para subcontratar : El caso de negocio
La decisión de subcontratar funciones requiere de un proceso previo de evaluación interna de la empresa en el que se identifiquen aquellas funciones consideradas no vitales, así como sus costos, tiempos de ejecución, etc. para que puedan ser ejecutadas por terceros.
Una vez establecida una aproximación real de las necesidades de la empresa es necesario establecer un “caso de negocio” en el que utilizando la información contenida en la evaluación interna se detallen las expectativas, tiempo y esfuerzos para asegurar la coexistencia mutua brindando un efecto sinérgico en el cumplimiento de objetivos de las partes involucradas (proveedor de servicios y cliente).
El caso de negocio tiene como misión el brindar un panorama aproximado a las necesidades reales de la empresa contratante en el que se considere los alcances, plazos del proyecto, así como la forma, tamaño y ritmo de trabajo para la correcta adaptación y cumplimiento de objetivos por ambas partes.
Para establecer un caso de negocio lo más próximo a la realidad se requerirá de:
1.- Una evaluación exhaustiva de cada uno de los gastos en los que incurrirá la empresa a fin de identificar aquellos puntos clave que permitan la reducción de costos operativos.
2.-Contener planes de acción para la reducción de costos operativos así como el adicionamiento de valor en los servicios que se prestarán con el fin de promover la adaptación a cambios.
3.-Un planteamiento de objetivos que deberá contemplar metas desafiantes pero ambientadas en la realidad del cliente y el proveedor de servicios.
4.-Contemplar, comprender y revisar todas las áreas clave de los procesos existentes que puedan ser subcontratados para enfocarse en aquellos puntos que requieran ser modelados y de ser necesario plantear una nueva serie de métodos a fin de mejorar los ya existentes acordando la división de responsabilidades entre proveedor y cliente.
5.- Considerar un plan de acción para la transferencia de procesos en el que se delimiten aquellas funciones que se supongan fuera del alcance de la subcontratación a fin de promover la interacción entre proveedor y cliente en las áreas de interés.
6.- Establecer todas aquellas clausulas consideradas como riesgos de “ruptura de acuerdos” que puedan desembocar en dar por finalizada la subcontratación o que exista una redistribución de funciones garantizando que las partes involucradas sean completamente conscientes y centralicen esfuerzos en el cumplimiento de sus funciones.
Una correcta delegación de procesos a terceros deberá obedecer al adicionamiento de valor a cada una de las partes involucradas, así como a la adaptación y evolución a lo largo del tiempo, los puntos previamente mencionados afectarán la totalidad del acuerdo y definirán partes importantes en el contrato.
Las fallas comunes al momento de establecer objetivos, metas, funciones, etc. Conllevarán el riesgo de que el proceso subcontratado se desenvuelva en una dirección errónea lo que se podrá traducir en perdida de tiempos y recursos o en metas destinadas al fracaso.
Una vez establecida una aproximación real de las necesidades de la empresa es necesario establecer un “caso de negocio” en el que utilizando la información contenida en la evaluación interna se detallen las expectativas, tiempo y esfuerzos para asegurar la coexistencia mutua brindando un efecto sinérgico en el cumplimiento de objetivos de las partes involucradas (proveedor de servicios y cliente).
El caso de negocio tiene como misión el brindar un panorama aproximado a las necesidades reales de la empresa contratante en el que se considere los alcances, plazos del proyecto, así como la forma, tamaño y ritmo de trabajo para la correcta adaptación y cumplimiento de objetivos por ambas partes.
Para establecer un caso de negocio lo más próximo a la realidad se requerirá de:
1.- Una evaluación exhaustiva de cada uno de los gastos en los que incurrirá la empresa a fin de identificar aquellos puntos clave que permitan la reducción de costos operativos.
2.-Contener planes de acción para la reducción de costos operativos así como el adicionamiento de valor en los servicios que se prestarán con el fin de promover la adaptación a cambios.
3.-Un planteamiento de objetivos que deberá contemplar metas desafiantes pero ambientadas en la realidad del cliente y el proveedor de servicios.
4.-Contemplar, comprender y revisar todas las áreas clave de los procesos existentes que puedan ser subcontratados para enfocarse en aquellos puntos que requieran ser modelados y de ser necesario plantear una nueva serie de métodos a fin de mejorar los ya existentes acordando la división de responsabilidades entre proveedor y cliente.
5.- Considerar un plan de acción para la transferencia de procesos en el que se delimiten aquellas funciones que se supongan fuera del alcance de la subcontratación a fin de promover la interacción entre proveedor y cliente en las áreas de interés.
6.- Establecer todas aquellas clausulas consideradas como riesgos de “ruptura de acuerdos” que puedan desembocar en dar por finalizada la subcontratación o que exista una redistribución de funciones garantizando que las partes involucradas sean completamente conscientes y centralicen esfuerzos en el cumplimiento de sus funciones.
Una correcta delegación de procesos a terceros deberá obedecer al adicionamiento de valor a cada una de las partes involucradas, así como a la adaptación y evolución a lo largo del tiempo, los puntos previamente mencionados afectarán la totalidad del acuerdo y definirán partes importantes en el contrato.
Las fallas comunes al momento de establecer objetivos, metas, funciones, etc. Conllevarán el riesgo de que el proceso subcontratado se desenvuelva en una dirección errónea lo que se podrá traducir en perdida de tiempos y recursos o en metas destinadas al fracaso.